"Por las noches, cuando me pongo a pensar en los múltiples pecados y defectos que se me atribuyen, la gran masa de cosas que debo considerar me confunde de tal manera que, o bien me echo a reir, o bien a llorar, según como esté de humor. Y entonces me duermo con la extraña sensación de querer ser otra cosa de la que soy, o de ser otra cosa de la que quiero, o quizá tambien de hacer otra cosa de la que quiero o soy.
¡Santo cielo! Ahora tambien te voy a confundir a ti, perdóname, pero no me gusta hacer tachones, y tirar papel en épocas de gran escasez está prohibido. De modo que solo puedo reconmendarte que no releas la frase de arriba y sobre todo no te pongas a analizarla, porque de cualquier modo no llegarás a comprenderla."
El Diario de Ana Frank.
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