Mirarte en el espejo.
Mirarte a los ojos en el reflejo.
Mirar tu parte más verdadera.
Mirar dentro de tu alma.
Es el momento en el que las máscaras caen.
Todas.
Una a una.
Y ya nunca podrás volver a ponértelas.
Porque has empezado a hablar.
Has empezado a escuchar.
Has empezado a comprender.
Tu reflejo no devuelve el miedo.
Tu reflejo no devuelve las dudas.
Tan solo comprensión.
Tan solo... aceptación.