No te conozco, no sé si hablas mi idioma, no sé dónde vives, ni siquiera conozco el sonido de tu voz.
Apenas he compartido contigo cinco minutos de una mañana cualquiera y sé casi con certeza que no volveré a verte nunca más. Pero son esos pequeños momentos que te hacen sentir bien los mejores de la vida.
Me has devuelto la sonrisa a la cara, con tu sonrisa fugaz, con tus juegos de magia, con tus movimientos elegantes, gráciles, imposibles. Me has hecho sentir una niña pequeña, una niña... ilusionada.
Es el pequeño momento compartido con alguien que no conoces. Un artista callejero, un artista. Un artista censurado pocos minutos después porque no está en el sitio adecuado, no puede hacer lo que quiere. Debe hacer lo que se le pide.
Pero un artista.
Un artista que me ha hecho sonreir.
Un artista.
No hay comentarios:
Publicar un comentario